Espacio
Calle San Roque, 4 – Madrid
Precio
30€/día para oyentes
Antes de nada, como imaginarás debido al COVID-19 podemos vernos sujet@s a todo tipo de limitaciones. Si en cualquier momento nos viéramos en la obligación de cancelar el taller por alguna restricción derivada del COVID-19 te devolveríamos el dinero inmediatamente. Según se acerque la fecha del taller te comunicaríamos la organización del trabajo en base a las directrices dictaminadas por las autoridades. Tal y como hacemos en todos nuestros talleres, implementamos las medidas que nos señala nuestra asesoría de riesgos laborales y nos aseguramos de crear un entorno saludable y seguro donde desarrollar el trabajo de la mejor manera posible.
Percibir la realidad que te rodea en escena y convertirla en la realidad de tu personaje.
A través del trabajo de escenas por parejas, John nos ayudará a desarrollar nuestra capacidad de percepción y a confiar en nuestra propia intuición cuando trabajamos.
El trabajo de John se centra en que los actores, por sí mismos, puedan vivir en otro mundo como otras personas, soñando en alto. La técnica se enseña dentro del trabajo en escena, sin separarla de esta. La clase se percibe más como un ensayo que como una clase. Desarrollas una preparación en la que creas un estado de ánimo en el cual eres capaz de ser espontáneo, tienes la habilidad de reconocer y canalizar tus impulsos a través del comportamiento del personaje y de tu propia intuición. El proceso es verdaderamente personal e involucrado con lo que cada uno sueña hacer. Y a la vez, no hay necesidad de recurrir a ejercicios de memoria afectiva. Cada actor se convierte en su propio actor con su propia técnica, porque él o ella tiene algo que decir sobre la vida.
Aquí os dejamos con unas palabras de ánimo de parte de John respecto a los tiempos que vivimos y cómo seguir hacia adelante:
Cuando era joven, siempre que alguien me preguntaba qué tal estaba yo le respondía: “Cambiando”. Era mucho más fácil que decir cómo me sentía de verdad. Probablemente tampoco quisieran saberlo de todas formas. Quién iba a imaginarse (yo no, desde luego) cuánta razón tenía entonces. La vida es cambio. La vida es espontánea. A lo largo de esta pandemia que hemos vivido todos y todas, se ha visto cómo algunas personas viven con miedo, otras niegan lo que ocurre, otras intentan seguir avanzando aunque cueste y otras esperan a que la vida vuelva a la normalidad. Después de lo que hemos vivido, ¿la vida podrá volver a ser igual? Habrá una “normalidad”, pero será una nueva normalidad. Y mientras seguimos nuestro camino (hacia adelante, espero) seguirá cambiando. ¡Acostúmbrate! Sigue. Hacia adelante.
El otro día un alumno trabajaba un personaje que es cantante y guitarrista. También es ciego. El actor no es ninguna de estas tres. No intentó aprenderse la canción, decía que no podía concentrarse mientras intentaba tocar la guitarra (guitarra que no sabe tocar). Le pregunté qué haría si le cogieran para el papel. Dijo que no sabía. Le dije que tenía dos opciones: aprender lo justo como para poder tocar una canción o aprender a fingirlo y que pusieran una grabación por encima. Entonces, él me preguntó si fingir no era mentir. Él es alguien con un buen sentido de la verdad. Le pregunté si solucionar el problema de la mejor forma que él fuera capaz era una mentira. No pudo responderme.
Durante muchos años, le di vueltas a algo que había oído decir a algunas grandes figuras del teatro, que actuar son “mentiras como verdades”. Nunca entendí qué querían decir. Cuando actuaba no mentía, intentaba ser profundamente honesto. En un mundo imaginario, sí. Siendo otra persona, sí. Pero no, no estaba mintiendo. Ni siquiera quería hacer nada falso. Quería vivir la vida de otra persona, no que pareciera que lo hacía. Estar confundido durante años me llevó a darme cuenta de que si actuar es una mentira, todo el arte es una mentira. Nadie dice que un pintor o una pintora estén mintiendo cuando interpretan un tema. La interpretación es parte de lo que es el arte. De hecho, no es una mentira. Actuar, como toda forma de arte, es una transformación. Nos transformamos a nosotros mismos. Los buenos intérpretes viven en otro mundo. Los grandes intérpretes viven en otro mundo como otra persona. Que alguien llegue a transformarse en otra persona o simplemente vaya más allá de sus propias costumbres es imposible de medir. Desde luego que alguien puede sentirse como si fuera otra persona. Yo lo he hecho. Uno no está loco. No olvidas quién eres o que estás actuando. Pero las realidades en las que te enfocas te llevan a vivir en otro mundo. Eres consciente de lo que estás haciendo, porque si algo está mal o estás desconectado lo sabes. Actuar es un proceso intuitivo consciente. Al menos para mí. No es un proceso mecánico. No puede serlo porque la vida es espontánea.
Programa
Metodología
– ¿Me gusta la obra? ¿Puedo reconocer lo que pasa en la obra con algo que haya pasado o esté pasando en el mundo?
– ¿Quiénes son los protagonistas y antagonistas? ¿Puede algún otro personaje ser protagonista/antagonista aparte de quien me parece a mí?
– ¿En cuántas escenas se divide la obra? ¿Puedo cambiarlas de orden? ¿Puedo eliminarlas?
A quiénes están dirigidos estos cursos: Estos talleres se dirigen primordialmente a actores. Pero los dramaturgos y directores que estén interesados en trabajar involucrándose y entendiendo el proceso de los actores que se ponen a su disposición, encontrarán en este taller una forma de desarrollar la percepción de lo que el actor quiere hacer realmente cuando está trabajando en el escenario, siempre dentro del contexto del personaje y de la obra.